La situación actual de México es una de las más lamentables y polémicas que se hayan visto en los últimos años. No sólo por los altos índices de delincuencia, robos, secuestros, violaciones y pobreza. La cultura, rubro de suma importancia para el desarrollo de una sociedad, ha sido embarrada de esta infección política que parece no ceder.
Hace un par de días se anunció el inicio de una crisis que afecta al Instituto Mexicano de la Radio, cadena de radio pública de nuestro país. Desde su fundación, en 1983, nunca se había tenido un dato de un bache tan fuerte como el que actualmente vive.
Debido al recorte presupuestal de la actual administración, cuatro estaciones del IMER cerrarán sus transmisiones en vivo. Destacando el caso de Reactor 105.7, la cual a meses de cumplir 15 años al aire anunció que a partir del 1 de julio ya no habrá más turnos en vivo.

Aunque se comenta que esto es una medida temporal, muchos opinan que es el anuncio de una muerte eminente. Es una lástima que las medidas/ajustes gubernamentales lleguen a afectar estos espacios culturales que son primordiales para el desarrollo de muchas industrias creativas en México, mismas que a su vez dan empleo a una sector de la población.

El periodista Ricardo Raphael anució su renuncia de la institución argumentando una falta de apoyo, así como la estación RMX de Guadalajara, la cual anuncio también el fin de sus transmisiones.
Con el cierre de estas transmisiones se hizo el recorte del 35% del personal de la IMER, misma que queda varada ante una situación económica bastante vergonzosa por la que atraviesa la sociedad mexicana.