Permanecer en casa nos hizo darnos cuenta, cual documental de Nat Geo, de cada uno de los pequeños rituales por los que pasamos para no caer en la locura mientras luchamos por permanecer con el mínimo contacto social.
La vida cotidiana de ahora, en su mayor parte, se basa en selfies y momentos recreativos en la comodidad de la sala. Gucci supo ver esto como una oportunidad para su colección de otoño y su equipo creativo pensó en una alternativa que jugaría con las nuevas formas de presentar las pasarelas. Hablamos de THE RITUAL, la campaña donde los modelos, en vez de asistir a una sesión fotográfica, se autoretrataron en sus casas.

Este <diario visual> funciona como retrato de la sociedad millennial en tiempos de crisis. Sus propósito es entablar una conversación con el aislamiento y nuestro actual día a día, ya sea llamadas por teléfono o momentos de relajación con el gato. De hecho, es la primera vez en la que vemos que los modelos también son los guionistas en contar su propia historia, dando como pauta su propia percepción del encierro y generando una poética que varía dependiendo de cada punto de vista.


“Decidí dejar que la ropa viajara hacia las casas del elenco de modelos, los personajes que han encarnado mis historias durante años; personas que elegí precisamente, con el tiempo, por su singularidad que generalmente da vida a mis campañas.” Comentó Alessandro Michele cuando presentó el FW2020 de Gucci.
Las fotografías, si se comparan con el resto de las campañas anteriores, no muestran pretensión y se plasman como escenas cotidianas en el jardín, el baño, la cocina y la cama; sin embargo se logra asomar un destello de narrativa en cada imagen que logra llegar de forma fresca al público.