Oficialmente New York Fashion Week ha iniciado y el turno para hacerlo fue para Rodarte y Tom Ford, quienes deslumbraron con toda la elegancia en sus piezas y que fueron el encanto de todos.
Por su parte Rodarte, aunque no sucedió en Nueva York, inició con diseños vibrantes, estrafalarios como es su estilo y muy coloridos, en los que demostró un gran romanticismo con sus olanes, vuelos y ajustes a la silueta. Piezas entre las que destacaron los vestidos y los diseños de dos piezas que inspiraron a muchos.

La gama de colores fue infinita, en estilo monocromático con diferentes texturas, glitter, flores y las icónicas transparencias al 80s style con perfectas mangas voluminosas, lo cual hizo que este desfile tuviera toda la atención y que se convirtiera en uno de los más divertidos tanto para los diseños presentados en la colección, como para los invitados con sus looks.

Tom Ford tuvo la oportunidad de presentarse por la noche, colección en donde la elegancia absoluta fue el principal objetivo de sus diseños. Vestidos sueltos y conjuntos de dos piezas ajustados a la silueta fueron lo destacado; al igual que Rodarte, compartió diseños en texturas divertidas como el glitter, satín y hasta terciopelo, los cuales dieron diversidad en sus looks y una mezcla perfecta.

Tom Ford nos ha regresado a lo minimalista y a la inspiración para lograr en un mismo look, una gama de colores tierra o fríos, que le darán el acierto a la temporada Otoño Invierno 2019.