Traición nació de la necesidad creativa de dar a conocer talentos emergentes y otros ya posicionados dentro de la escena queer de la CDMX. Con el tiempo, su formato inicial como una productora de performance ha tomado diferentes formas. Aunque la mayoría de las veces, la tertulia siempre ocurre un domingo de cada mes por la tarde, en ocasiones se ha mudado al formato tradicional de una fiesta de fin de semana. Dentro de cada fiesta, podemos encontrar artistas de diferentes disciplinas: música, ilustración, fotografía, performance y más. En el marco de la celebración de orgullo gay en la CDMX, platicamos con Alberto Bustamante y Diego Jiménez, dos de los miembros del colectivo.

CMN: ¿Cómo y dónde nació Traición?
Diego: Fue en una plática, estábamos en un bar en Oaxaca, éramos Uchi, Alberto y yo. Pensábamos que los espacios para la comunidad LGBT+ eran muy pensadas con conceptos y estética que sólo les daban cabida a los hombres y había mucha gente que no se sentía representada dentro de esos parámetros.
CMN: ¿Hay alguna razón en especial de por qué hacerlas en domingo?
Diego: Nos gustaba un poco hacer un chiste acerca de que el domingo es un día muy familiar y religioso para la sociedad tradicional. Del otro lado para mucha gente queer, su familia son sus amigos entonces pensamos en hacer nuestra propia versión de ese domingo familiar con música que totalmente diferente a la que se toca en todas las fiestas gay de la ciudad. Además de apoyar diferentes talentos teatrales, de performance y sacarlos de su nicho para llevarlos al club y darles empuje.

CMN: ¿Fue difícil en un principio que la gente entendiera su concepto?
Diego: Desde las primeras fiestas la gente entendió lo que hacíamos y cada vez llegaba más gente. Llego un momento en que ya estábamos full en cada una de las fiestas y así fue como empezamos a colaborar con otras dentro y fuera de México. Después llegamos a Ceremonia y a otros festivales del mundo.
CMN: ¿Qué tan difícil ha sido que un formato como Traición sobreviva en un ambiente queer tan monótono como el de la ciudad?
Diego: El tema de hacer una fiesta de esa índole es difícil por el asunto de pagarle bien a los artistas que forman parte de cada fiesta. En ocasiones es algo caro pues queremos seguir haciendo cosas cada vez más grandes. A las marcas les parece interesante el concepto, estamos en todos sus moodboards y sus pitches, pero a la hora de pedirles apoyo nos dicen que somos muy radicales y que no va con los lineamientos de su marca. Lo económico es un tema que nos resulta difícil.

PARTE DE LAS ACTIVIDADES QUE EL COLECTIVO ESTÁ REALIZANDO ES “TORTILLA”, UNA FIESTA DEDICADA A LA COMUNIDAD LÉSBICA, EN TODAS SUS VARIANTES.

CMN: Se podría decir que aún, a estas alturas, ¿seguimos peleando con las mentes cuadradas en todos los rubros de la sociedad?
Alberto: No sólo la sociedad, también el mercado en sí. Justo lo vas a ver este mes, las marcas se van a disfrazarse de arcoíris, y es literalmente un mes. Una campaña que se arma y se queda entre gente heterosexual y hasta machista.
Diego: Además de que en muchas de las fiestas que se hacen con este tema, el mayor porcentaje son artistas heterosexuales, lo que nos dice que no hay espacios para los artistas queer. Es una gran incongruencia.
CMN: Entonces, ¿creen que el apoyo de las corporaciones durante este mes es una estrategia para usar a la comunidad LGBT+?
Alberto: ¡Sin duda!
Diego: Cien por cierto. Creo que tiene un valor interesante en el sentido de que acerca a gente ajena a la comunidad a ver que existe, pero es en un sentido macro. Se queda en una fachada nada más. No es una cosa de un mes, es una onda de cambiar la mentalidad de la gente. Con el poder que tienen esas corporaciones creo que podrían extender el apoyo a más que sólo un mes. Es un pedo más de marketing.

LA COMUNIDAD NECESITA ALGO MÁS QUE SÓLO SER VISIBILIZADOS, LA SALUD Y LA VIOLENCIA SON TEMAS QUE NECESITAN UNA ATENCIÓN INMEDIATA.
CMN: ¿Cómo una fiesta como Traición aporta a todos estos temas que tiene gran relevancia?
Alberto: Lo importante de una fiesta es que congrega a gente, la misma que al estar ahí ya hace una comunidad. Es ahí donde nosotros entramos con temas y dinámicas que abordan temas como la literatura, la salud y diferentes formas de comunicación.
CMN: ¿Cómo es el proceso de búsqueda de todos estos artistas que forman parte de las fiestas?
Alberto: Te sorprenderías si te dijera que no es tan difícil, pues la comunidad queer es donde más hay gente con talento. Es una onda más de relaciones, conocemos gente que conoce a más gente que está haciendo cosas interesantes. Ha sido un proceso bastante orgánico.

CMN: ¿Podrían escoger 3 fiestas que hayan sido sus favoritas?
Alberto: Para mi Ceremonia del 2018 fue muy buena, el performance, el espacio y el mood en el que estaba la gente. Otra fue la parrillada/albercada que hicimos en el Museo ECO y la tercera les la que hicimos para Boiler Room, la contaminación de la ciudad hizo que el atardecer luciera cabrón. Además de que estuvo Bárbara Sánchez-Kane, quien para mi es una de las autoras y diseñadoras más cabronas que hay en México hoy en día.
Diego: Creo que no fue la mejor, pero yo la pasé cabrón, la de Folsom. Todo mundo estaba vestido el fetiche y eso hizo una atmósfera muy chingona, además del performance de Pepe.
CMN: ¿Se acuerdan de la primera Traición?
Diego: Sí, fue en mi cumpleaños. Queríamos hacer una onda como anti-marcha pride y al final acabamos yendo (risas).
Alberto: Esa fiesta estuvo muy linda, estaba todo el anuario de las personalidades queer de la ciudad; el pornógrafo G del Diablo, Pinina Flandes quien fue nuestra madrina de performance, Mario Lafontaine poniendo música, Alan Baltazar (QEPD) tomando fotos, estaban todos.

CMN: ¿Qué tan cierto es que varios famosos de repente se han aparecido en Traición?
Diego: (risas) pues Lykke Li grabó un video ahí…
Alberto: OMG se me fueron los nombres ahorita, pero han ido mil celebrities (risas). Guillermo Osorno y Cuahutémoc Medina estuvieron poniendo música, Susana Vargas, Sánchez-Kane, Victor Barragán…
Diego: No me acuerdo bien ahora, pero inventa que fue Björk (risas).
CMN: Después de todo lo que han hecho, ¿qué sigue, hacia dónde piensan que va el rumbo de Traición?
Alberto: A mi me gustaría ponerle más atención a nuestra línea de sex shop on line. Hemos generado una colección de merch muy generosa pero nunca hemos logrado que la gente tenga acceso a ellas en un modo más tiempo real. Estamos trabajando también en otro tipo de productos como cangureras, hemos desarrollado un par de juguetes sexuales. Me gustaría mucho sacar un popper de Traición, un dildo y arnseses. También tenemos pensado hacer un fanzine de fotos con el archivo de Alan, no sé tal vez acabemos siendo una serie de Netflix… (risas).

CMN: Si las marcas les dieran todo su dinero, ¿cuál sería el line-up de esa edición?
Alberto: Queremos hacer Grace Jones en Bellas Artes (risas).
Para este año, no habrá una celebración del orgullo por parte del colectivo de Traición. Por ahora están en un tour por Europa colaborando con otras fiestas y preparando todo para retomar las celebraciones domingueras en la CDMX.