Si hay una marca mexicana que es capaz de transportarnos en el tiempo a un mundo mágico y de ensueño, es sin duda Trista.
Cuando Giovanni Estrada y José Alfredo Silva emprendieron su propia marca, lo hicieron con el fin de crear prendas con encanto, con una identidad propia y capaces de conquistar. Fue así como nació Trista, que desde hace diez años, cuenta historias a través de cada una de sus colecciones.
La trayectoria de Trista nos habla del pasado, de México, del recuerdo, de historias encerradas en libros que cobran vida a través de prendas de tul, encajes, volúmenes, bordados de flores y detalles que se convierten en piezas únicas.
Pero si hay algo que se ha convertido en símbolo de identidad para la marca y parte de su esencia, es el gusto por lo hecho a mano. Además de incorporar técnicas creativas como aplicaciones industriales o serigrafía, Trista realiza gran parte de sus creaciones de forma artesanal, así, en un solo vestido trabajan 12 manos, convirtiendo cada pieza en una prenda con alma.
Trista celebra estos 10 años con una exposición que relata la trayectoria de la marca, desde sus primeras prendas hasta las más actuales e innovadoras. Esta retrospectiva curada por Ana Elena Mallet y el mismo José Silva, uno de los creadores de Trista, indaga en la narrativa de los diseños y es fiel testigo de la maestría de esta marca.
No te pierdas la muestra “Una Década de Contar Historias” del 26 de enero al 14 de febrero en la Galería Terreno Baldio, en Orizaba 177, Colonia Roma Norte en la CDMX.
Imágenes Vogue México y Trista
Texto Rocío Chinea