Uno de los edificios más emblemáticos de París: El Gran Palais se convirtió por momentos en un gran jardín de Versalles evocando la época de Louis XIV.
Vestidos en tul bordado en flores con incrustaciones de piedras en colores sumamente suaves, tocados en malla negra con flores acompañaron a todas las modelos entre las que estaban Kaia Gerber, que de seguro la veremos en todos los desfiles próximos.
Cerrando como él solo lo sabe hacer, el desfilé cerro con el mismo Karl Lagerfeld fue acompañado de un vestido de novia bordado de plumas. Un desfile apoteótico.
Revista también el desfile de Giambattista Valli para #PFW #SS18