El mezcal es una de las bebidas ancestrales de nuestro México, símbolo de tradición y cultura.
Mezcal 33 nace en Santiago Matatlán, población conocida como Capital Mundial del Mezcal y que se encuentra ubicada en el corazón de Oaxaca.
Esta marca reúne lo mejor de la herencia oaxaqueña que ha sido transmitida de generación en generación por más de 200 y la sublima creando un licor de categoría Premium.
Para su elaboración, es reposado durante tres meses en barricas de roble francés y tres meses en barricas de roble californiano. Este proceso le aporta un sabor exquisito con ligeras notas a caramelo y miel. Su materia prima es el maguey espadín y sus 40 grados de alcohol, lo convierten en una delicada bebida de la que se pueden degustar todos sus matices.
La marca surge con el objetivo de elevar de manera exponencial una bebida de origen mexicano a los más altos niveles de calidad y posicionarla como uno de los mezcales más reconocidos a nivel internacional.
Para Mezcal 33, hasta su botella cuenta una historia. Fabricada de manera artesanal, el vidrio empleado en su creación es reciclado, un detalle que le brinda originalidad y una identidad propia a cada una de sus piezas. Además, se engalanan con un grabado en hoja de oro que le aporta elegancia a su diseño.
Pero el encanto de Mezcal 33 no termina aquí. Se trata de una marca con compromiso social que apoya a la Fundación Duerme Tranquilo, una asociación para la atención de niños y jóvenes de escasos recursos. Por otro lado, Mezcal 33 consciente de que su origen viene directamente de la tierra, utiliza procesos no agresivos para el entorno natural que logran mantener la calidad de los cultivos de agave.
Mezcal 33 convierte la costumbre de tomar este emblemático licor en una auténtica experiencia premium y exquisita.
Por Rocío Chinea.