Es bien sabido que la industria de la moda es una de las principales generadoras de carbono. Sus procesos de fabricación están dejando una huella imborrable dentro del cambio climático que está sufriendo nuestro planeta.
Nike, siendo unas de las marcas deportivas más importantes del mundo, está en una búsqueda constante por nuevos procesos que disminuyan el daño climático a la hora de fabricar sus productos. Ejemplo de ello son los nuevos tenis que la marca llevará a las olimpiadas de Tokyo 2020.

El Vapor Max 2020 forma parte de todo un uniforme que la marca ha creado de manera especial para la justa olímpica. Tanto los uniformes como las zapatillas están fabricadas con materiales reciclados como plástico e incluso tenis usados, mismos que se han recolectado mediante un programa especial.

«Utilizamos los residuos de la fábrica sí, pero también tenemos desde hace 25 años un programa a través del cual juntamos los zapatos usados” Seana Hannah, VP de Innovación Sustentable de Nike.

Tanto los uniformes como los tenis están inspirados en los tradicionales kimonos, además de remitir a los colores de los desechos con los que están hechos. La intención de la marca es llegar a 0% basura y 0% huella de carbono, teniendo como meta usar energía 100% renovable y eliminar el plástico de un solo uso.

Por ahora, tanto el uniforme como los tenis estarán sólo disponibles para el uso de los atletas convocados para los Juegos Olímpicos. Será hasta cuando estos culminen que la gente podrá comprar cada una de las piezas que conforman esta nueva mini colección. Un punto para Nike.