Una pasarela donde el diseñador libanés mostró los principios que le llevaran a que todas las mujeres soñaran con portar un vestido suyo para cada gran ocasión pero, como siempre, hubo un twist.
Vimos los aclamados vestidos de Elie Saab bordados de pies a cabeza con un toque increíble. Los super moños gigantes en razo que adornaban el cuello de todos o casi todos los looks.
Las plumas no podían faltar. Colores pasteles y nude fueron la gama que escogió para esta colección en la cuál se inspiró en los años 20’s, en especial en el icónico look de los bailarines de Charlestón, de hecho, los peinados llevaron una gran mantilla re-bordada.
Un runway demasiado brillante. Literal.
ESTILO Y DULZURA DURANTE LA PASARELA DE JEAN PAUL GAULTIER #PFW18 #SS18