Todos lo sabemos, Luis Ramiro Barragán Morfín, ha sido el único arquitecto mexicano en ganar el Premio Pritzker, lo que muchos dicen que equivale al premio Nobel de la arquitectura pero, ¿por qué siempre el color rosa?
Sus conceptos y estructuras son muy reconocidos, pero aún mas el uso de colores que aplicó en su trabajo. El color «rosa mexicano» es considerado su «firma”, pues para sus tiempos fue una gran revelación y un excelente símbolo de su patriotismo y reflejo de la cultura Mexicana.
Comenzando su carrera con trabajos en su natal Guadalajara, eventualmente se reubica en la capital mexicana donde sus obras son visitadas y reconocidas actualmente por catedráticos y alumnos no sólo como invaluables piezas del siglo XX, sino como un símbolo de nuestro país.
En gran parte de sus obras, no falta el contraste perfecto entre una monotonía de colores y un espacio específico para el rosa, dándole un sello muy peculiar. Resaltando entre figuras geométricas y superficies lisas como sí fuese lienzo en tres dimensiones.
Basta con enunciar ejemplos como la Casa Barragán por supuesto, ubicada en Tacubaya, la Fuente de los Amantes, Casa Gilardi y Casa Gálvez para comprender porqué el trabajo de Barragán es tan celebrado.
Un perfecto ejemplo de orgullo mexicano, tanto como persona como en su trabajo, y siempre respetando ese color rosa que transmite esa calidez, carisma y alegría que es México.
Arquitectos mexicanos que ponen de Moda a México