En los últimos años han surgido nuevas profesiones como Bloggers, Youtubers, Instagramers y demás ¨–ers¨. Pero no solo hablamos de profesión, hablamos de un fenómeno.
Si nos remontamos al inicio, el ¨movimiento fashion blogger» empezó cuando unas jóvenes adineradas comenzaron a mostrar en la red sus vidas de lujos, viajes, clósets, Birkin Bags, zapatos Louboutin…
En la moda, existen bloggers que hoy son referentes en la industria a nivel mundial, como Miroslava Duma o Chiara Ferragni. Los blogs que generan diariamente millones de visitas, se han convertido en espacios publicitarios muy atractivos para las marcas, tanto por su influencia como por la visibilidad que tienen en todo el mundo. A las marcas les interesa que la blogger más top del momento use su producto, lo mencione y que sus miles de seguidores salgan corriendo a comprarlo.
Como dato de referencia, por un tweet de una blogger mexicana «promedio» haciendo una mención de marca, puede cobrar alrededor de 5 mil pesos. También reciben ingresos por publicidad en sus sitios web. Además, tienen presencia en el mundo offline, acuden a eventos, hacen colaboraciones con las marcas o lanzamientos de sus propias colecciones de ropa. Incluso, algunas de estas bloggers han sacado a la venta su propia marca.
Con todo esto, a muchos se nos genera un deseo de inmediato: ¡quiero ser blogger! ¡quiero ser influencer! quiero tener 6.4m de seguidores en instagram y usar hashtags como #Chanel #Dubai y #TulumBeach (este sí lo veo factible). Pero en un blog existe mucho trabajo que no se ve, ajetreadas agendas, equipo humano, fotógrafo, manager, etc, que nos hacen entender que sí es un trabajo que requiere tiempo, esfuerzo y que las bloggers, no siempre ven la vida a través de un filtro de instagram.
Te dejamos las cuentas de nuestras bloggers favoritas:
@chiaraferragni – Chiara Ferragni.
@amlul – Gala González.
@pamallier – Pamela Allier.
Por Rocío Chinea.