Nacida en South Lancaster, Inglaterra el 6 de abril de 1917 la artista surrealista llego a México en 1940 y se nacionalizó mexicana en 1943
Pocos años después de la visita de André Bretón, quien calificó a México como el país surrealista por excelencia, cuando Leonora Carrington llegó en la primera parte del siglo XX, otros artistas surrealistas ya se encontraban en territorio Mexicano, algunos buscando asilo por la Segunda Guerra Mundial: Wolfgang Paalen, André Breton, Alice Rahon, Benjamin Péret o la pintora Remedios Varo, con quien tuvo una amista duradera y pintores Mexicanos como María Izquierdo y Julio Castellanos ya trabajaban con la fantasía mexicana.
La pintora, escritora, escultora, grabadora, dramaturga y escenógrafa, estuvo familiarizada con los mitos celtas, presentes en sus cuadros y obras de teatro además de temas como el simbolismo, la alquimia, la cábala, la psicología de Jung, el Budismo tibetano, a los que sumó los mundos mágicos y fantásticos que descubrió en México incluyendo en sus pinturas elementos como los caballitos de petate, los molcajetes y los metates.
Su amor por la cultura mexicana lo plasmó en el mural «El mundo mágico de los mayas» de 1963, en el que fundió imágenes del Libro Sagrado de los Mayas con la magia y misticismo de la época precolombina.
Cada pincelada y cada trazo de su obra nos recuerdan la posibilidad de vivir en mundos más allá de la realidad, donde coexisten animales que pintan, criaturas extraordinarias y hombres deformes y donde la línea divisoria entre lo real y lo imaginario parece borrarse
En el 205, la artista fue galardonada con el premio Nacional de Ciencias y Artes.
Falleció el 25 de Mayo del 2011 en la Ciudad de México a la edad de 94 años.