El anónimo artista británico Banksy ha vuelto con tres nuevos murales que inmediatamente fueron objeto de controversia en redes sociales y medios tradicionales, y es que tratándose de uno de los artistas callejeros más icónicos del último siglo no era para menos que se tratara de crítica social.
La cuenta de Instagram relacionada con el oriundo de Bristol subió una foto de un primer mural revelando su gran regreso a las calles: una rata encima del reloj de un antiguo banco en Manhattan.
El segundo mural apareció en la ciudad de Nueva York apoyando a la artista turca Zehra Doğan, artista y periodista encarcelada el 2 de Marzo de 2017, por una pintura que realizó como crítica a la destrucción del pueblo de Nusaybin. Tendrá que cumplir con una sentencia de 2 años y 10 meses por publicar su obra.
El 5 de marzo de 2017, la artista turca publicó en su cuenta de twitter: “He recibido orden de prisión por ‘dibujar un cuadro con banderas turcas en casas en ruinas’. Sin embargo, fueron ellos los que tomaron esta fotografía, yo sólo la he pintado”. Aunque el mensaje ya fue borrado.
Bansky demostró su inconformidad por esta injusticia dibujado el retrato de la artista turca detrás de barras que representan su tiempo en la cárcel.
Por último, en Conney Island apareció una ilustración que muestra a un hombre apunto de azotar con un indicador de crecimiento a un grupo de distintas edades corriendo como sí se huyera de este personaje.
Banksy ha sido objeto de documentales, publicaciones y hasta seminarios en universidades, y aunque mucho se ha investigado para dar con su identidad y paradero, la realidad es que esto aún es desconocido, y es que la libertad de expresión es un derecho por él que este personaje ha abogado.
En el caso de Zehra Doğan, es de recalcar que todas las personas deberían poder expresar sus pensamientos, sentimientos, emociones o críticas sin ser reprimidos. Es un derecho humano y debemos luchar por él. #FREEzehradogan.
Obras de arte que se transforman en obras de ayuda.