No existe duda alguna que el legado de Andy Warhol es un acervo cultural de gran valor. Cómo artista, el artista estadonunidense puso un antes y después con su forma de trabajo y su visión de lo que es el arte. Tras su muerte, su obra se convirtió en un must para conocer y sobretodo una mina de oro para muchas galerías alrededor del mundo.
Poco antes de que el mundo detuviera su ritmo por la crisis ocasionada por el COVID-19, la Tate Modern de Londres albergó una exposición a manera de retrospectiva, una de las más completas que existen.
Gregor Muir y Fiontán Moran, curadores de la exposición, son lo encargados de transportarnos a los mejores días del exponente más importante del arte pop. La obra presentada destaca por los temas de sus piezas; inmigración, religión, la muerte y su vida como parte de la comunidad LGBT+, son los protagonistas.

Cien obras que Warhol realizó en un periodo de 1928 a 1987. Documentos, pelucas, instalaciones que hizo para los shows de The Velvet Underground y el archivo fotográfico «Ladies and Gentlemen», retratos de mujeres trans y drag queens que son expuestas por primera vez.

También destacan las obras que Warhol realizó en los años previos a su muerte. Como las «Sesenta Últimas Cenas» de 1986 así como algunos escritos sobre las situaciones más fuertes que sucedían en la década. Como la epidemia de VIH/SIDA.

Sí eres un fanático del arte y del trabajo de Andy Warhol, este recorrido será un gran acierto en esta época de cuarentena. La visita está disponible en el sitio de la Tate: tate.org.uk