El fotógrafo que ha documentado los suaves gritos de la Ciudad de México durante la cuarentena.
Como parte de los contenidos de #SomosMéxico, nos podíamos dejar pasar la oportunidad de platicar con Santiago Arau, uno de los principales exponentes del mood en el que se encuentra la CDMX. Es importante resaltar que el trabajo de Santiago ha sido sumamente importante durante los últimos años para entender más allá del populismo la situación real que vive nuestro país.
CMN: Sabemos que tomas fotos desde los quince años, pero nos llama mucho la atención el archivo fotográfico que has estado trabajando durante esta cuarentena. Háblanos un poco de esto y de cómo te ha tomado la situación actual personalmente.
Santiago: Sí, como bien dices llevo mucho tiempo tomando fotografías y ahora me encuentro realizando un trabajo de documentación. Estoy tomando imágenes dentro de un momento especial para la humanidad, un episodio raro, en las calles hay poca gente y son contados los usan cubrebocas; hay quienes están confiados y quienes no quieren salir. Los restaurantes están cerrados, las plazas están vacías, es un momento muy peculiar en donde hay muchos sentimientos, eso hace que yo quiera documentar lo que se está viviendo.

CMN: Totalmente de acuerdo. Siendo así, ¿qué es lo que te ha tocado ver durante las salidas que has realizado en medio de la pandemia?
Santiago: ¡Hay de todo! Me he encontrado con multitudes en monumentos, cosa que al principio me sorprendió mucho ya que las autoridades recomendaban evitar lugares congestionados y estar lejos de zonas como el metro o los mercados, y muchos no se tomaron el tiempo para seguir las indicaciones. También estuve tomando fotografías en un basurero al borde de Xochiaca, uno de los lugares más pobres y con menos elementos de limpieza dentro de la ciudad. Es sorprendente ver cómo hay personas viviendo ahí con el riesgo a contagiarse, ¿no? Es muy duro ver ese tipo de cosas, ver la ciudad vacía, sobretodo en mayo donde suele haber días feriados […

Santiago: Es interesante poder tomar fotografías como nunca antes, hablo de una fotografía un domingo en el zócalo, donde no hay absolutamente nadie cuando se debería estar repleto. Entonces llega un momento de reflexión, de cómo estamos viviendo la percepción del tiempo. Me pongo a pensar en el 2020 y de cómo la percepción del tiempo es tan distinta a la que se vivió en el 2019. Sé que es abstracto y es algo que inventamos; pero eso cambia toda nuestra rutina: un día me sentía dentro de una bola de nieve y de repente me di cuenta de que ese ritmo de vida, a comparación de lo que estamos pasando ahora, no llevaba a nada.

CMN: Cuéntanos, ¿cuando acabe la cuarentena piensas montar alguna exposición de este archivo?
Santiago: Seguramente sí, estoy tomando muchas fotografías, pero también me estoy tomando el tiempo de digerirlas, editarlas, de sentarme a trabajar y ver de qué manera puedo contar una historia. No quiero tener solamente un valor fugaz en las redes, más bien quiero contar alguna memoria en alguna revista, libro o incluso montar una exposición. Digamos que parte de la reflexión que estoy tomando involucra la planeación de hacer algo estructurado, no correr pues, porque esto va para largo y quiero realizar un trabajo en el que yo esté tranquilo y pueda comunicar lo que estoy viviendo en la calle y a mi alrededor.

CMN: Ahora que has estado en las calles registrando todo esto, y desde tu punto de vista, ¿crees que ya estamos listos para comenzar una etapa de normalización?
Santiago: Pues es muy subjetivo. ¿Qué es lo normal? ¿Cómo estábamos viviendo en el 2019 o antes? Yo por ejemplo, no quiero regresar a eso, no quiero regresar a vivir como antes. Por supuesto que extraño el contacto con las demás personas, las reuniones e ir con mis amigos a hacer ejercicio o a un concierto; pero hay muchas cosas que todavía me faltan por digerir. Esa normalización no es algo que a mí me guste, por ejemplo, no me gusta que los centros comerciales estén llenos o que haya tráfico por todos lados, ni que sea imposible caminar tranquilo por la calle. No me gustaría regresar como tal, pero creo que esto nos va a hacer reflexionar para que desde nuestras trincheras (yo como fotógrafo y otros en su campo) pensemos en darnos un respiro y dejar de correr cuando no hay razón.

CMN: ¿Hay algún plan para que este material lo lleves un día a un documental?
Santiago: Pues no lo sé aún, tengo mucho material que ni siquiera he publicado. Lo que estamos viviendo es muy subjetivo: una fotografía puede decir mucho y yo no quiero ser responsable de generar ciertos sentimientos con mis imágenes cuando ni siquiera yo sé lo que está pasando. Por ahora quiero seguir tomando fotografías, estoy haciendo retratos de enfermeros, doctores y también me he estado ayudando de un dron. Estoy creando mi historia, narrando mi propio guión, aparte de mi propia realidad. Es posible que en diciembre pueda sacar algo, o hasta el próximo año. Cuando las cosas estén más tranquilas y se pueda quedar esto como un recuerdo.

CMN: ¿Cómo definirías a México, a nivel social, ante los sucesos como esta crisis?
Santiago: México es ambivalente: por un lado es solidaria, pero por otro también es poco empática, es difícil hacer un valor de esto. Me duele mucho ver la gran diferencia entre los que viven en Xochiaca y gente con residencias en las Lomas. México es un país muy desigual y eso altera mi percepción sobre este país. Ojalá pudiéramos hacer más conversación sobre esto, hoy abrimos nuestro WhatsApp y no sé cuántas veces leemos o decimos coronavirus al día, si de esa misma manera pudiéramos hablar de la desigualdad, de la educación, del cambio climático, de la seguridad, sería otra cosa. Esos problemas me resultan mucho más graves que el propio virus, el hecho de que una señora a sus sesenta años esté pasando la pandemia dormida sobre un bote de basura de la CDMX.

CMN: Por último, ¿nos podrías compartir tu top tres de lugares favoritos en CDMX?
Santiago: No tengo top tres dentro de la CDMX, me encanta Xochimilco y también disfruto mucho la Sierra de Santa Catarina en Tecuauhtzin.

Santiago hizo un recorrido de 33,302 kilómetros por todo el territorio mexicano documentando su diversidad cultural y geográfica, misma que quedó plasmada en su libro «Territorios». Conoce más de este libro y de su trabajo fotográfico en santiagoarau.com / IG @santiago_arau