¡Qué ironía! A pesar de la fama mundial que Banksy posee alrededor del mundo, nadie sabe cuál es su verdadera identidad. Es así como el artista inglés ha hecho de su trabajo todo un mito que va desde las infinitas suposiciones de quién está detrás del personaje hasta que tiene todo un ejército de artistas que se encargan de plasmar su obra alrededor del mundo.
En lo que todos gastamos el tiempo sacando estas conjeturas, Banksy sigue dejando huella con sus obras. Después de la controversial intervención que hizo en el metro de Londres hace unos meses, el inglés reapareció con una nueva pieza en las calles de Nottingham, pueblo donde se dice que radica.
Esta vez, la obra que quedó plasmada en la pared de un salón de belleza en Ilkeston Road, deja un poco a un lado el discurso sobre la pandemia mundial por el COVID-19 para mostrarnos a una niña que juega con la rueda de una bicicleta a manera de hula hula. Complementada con la instalación de una bicicleta amarrada a un poste y sin la rueda trasera, misma con la que la niña juega.
Aunque en un principio se dudó de la autoría oficial de la pieza, no fue hasta que el mismo Banksy la colgó en su perfil de Instagram que se confirmó que era de él. De inmediato la imagen se hizo viral y los fanáticos no tardaron en hacer sus intervenciones, como la hecha por el estudio de diseño y animación inglés Bottletop.